La Plaza Mayor de León, situada en pleno casco histórico, en concreto en el popular Barrio Húmedo, es uno de los emblemas de esta ciudad de León. A continuación vamos a indagar en detalle, en la historia de este atractivo lugar.
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La Plaza Mayor de León y su historia
Un terrible incendio que tuvo lugar allá por los primeros meses de 1654, destruyó lo que era la antigua Plaza Mayor de León, aún de configuración medieval, que había tenido su origen en una explanada o arrabal al lado de la iglesia de San Martín.
Dicha plaza, probablemente de reducidas dimensiones y con planta irregular, presentaría, al modo castellano, casas con soportales en sus plantas bajas sobre pies derechos de madera. En ella tenían lugar los mercados de los miércoles, según el Fuero de León, concedido por Alfonso V a principios del siglo XI, y de los sábados, privilegio que añadiría Enrique IV.
El concejo de León se planteó la construcción de un nuevo espacio público de marcado carácter representativo como plaza de la ciudad, que sirviera de marco para actos cívicos y religiosos, cumpliendo al mismo tiempo sus funciones comerciales en los mercados semanales. Para ello se dispuso a transformar el espacio de la antigua plaza: adquirió en el mismo año del incendio distintas casas y solares que eran propiedad de particulares y cofradías, y empezó a construir en estas mismas fechas la casa de la Panadería, con diseño de Juan del Rivero Rada.
Las obras de la nueva Plaza Mayor
Comenzadas por el Consistorio leonés las obras de la nueva plaza, y a sus expensas, un año más tarde del siniestro, al ser insuficientes sus recursos, se solicitó ayuda a Felipe IV, quien por Real Cédula de 8 de julio de 1657, firmada en la ciudad de Madrid, cedió al Concejo, para la construcción de la «plaça principal de San Martín», un arbitrio de cuarenta maravedíes sobre cada cántara de vino que fiera vendida en la ciudad y sus arrabales.
Tras un primer proyecto, se ejecutaría un nuevo plan para la plaza en el año 1658 por el jesuita Antonio Ambrosio, que materializó en una maqueta de madera el escultor Tomás de Seguilla. Las obras fueron dirigidas de 1659 a 1672, con buen ritmo, por Juan de Vega y Juan de Recavado, maestros de la Transmiera. Los problemas económicos volvían a ser acuciantes, y en 1668 el Consistorio instó a los particulares y a los eclesiásticos responsables de la iglesia de San Martín «que fabricasen conforme a la traza de la Ciudad», estimulándolos con apoyos económicos.
Cuando ya las obras iban avanzadas, decidió el Concejo en 1673 ampliar el espacio de la plaza, al considerar insuficiente el que plantearon inicialmente, y encargó a Francisco del Piñal un nuevo proyecto, es decir, la Plaza Mayor de León que hoy conocemos.
Evolución de la Plaza Mayor hasta nuestros días
El maestro Simón de Vayas tuvo a su cuidado las nuevas obras hasta 1677, cuando fue relevado por Pedro de Hoyo. Se comenzaron por el derribo de la casa de Panadería, que fue sustituida por el llamado Mirador del Concejo, pero aún no se contemplaba en el proyecto de la plaza ningún edificio para Ayuntamiento, pues ya se contaba con las Casas Consistoriales que se levantaron en 1585 por Juan de Badajoz el Mozo, sobre diseños de Juan de Rivero Rada, en la plaza de San Marcelo.
De planta trapezoidal y armónico diseño, los edificios que configuraban esta Plaza Mayor de León, que aún se utilizaba para la función de mercado, son de propiedad particular y presentan 3 plantas. La primera, soportalada, con arquería de medio punto sobre pilares, todo ello de piedra, y las superiores de ladrillo enfoscado; la planta noble muestra un balcón corrido de hierro y la superior, con balcones en cada uno de sus huecos, se cubre con tejados de notable pendiente, de teja árabe.
Edificios principales
En esta plaza, de la que Ponz señala que «es cuadrada y con uniformidad en el caserío», destacan dos edificios municipales. El primero de ellos es el Consistorio Viejo o Mirador del Concejo, levantado tras el ábside de la iglesia. Fue construido durante el mandato del corregidor don Juan Fagogaga, al mismo tiempo que el resto de las obras de la plaza. Edificado en piedra y de escasa profundidad, presenta un cuerpo central de 3 plantas y 2 torres angulares.
La planta baja tiene portada con arco de medio punto entre columnas, cuyo cornisamiento supera la primera planta y una hilera de ventanas (3 a cada lado); la primera planta muestra volados balcones corridos sobre jabalcones con huecos adintelados; la planta noble tiene balcón principal en un orden de finas pilastras con frontón recto, todo ello esculturado muy finamente, y volado balcón corrido que se desarrolla dando vuelta a las esquinas del edificio.
La parte central se remata por una especie de ático con reloj, que se construyó durante el siglo XIX, para lo que fue necesario destruir un gran escudo y otros elementos de decoración. A ambos lados, balaustradas de piedra con esculturas. Las torres angulares, a manera de pabellones de planta cuadrada, repiten el esquema de huecos del cuerpo central, muestran en el último piso, que supera la altura del edificio, balcones con escudos, rematados por balaustradas con esculturas en los ángulos.
Dichas torres están cubiertas actualmente, y desde no hace demasiados años, con unos nuevos y agudos chapiteles de pizarra con veletas y cruces de hierro, que sustituyeron a los anteriores, desmontados por encontrarse en estado de ruina.
El otro edificio más destacado de la Plaza Mayor de León se encuentra en el lado este. Se trata de una edificación de este siglo, construida tras un incendio que destruyó la casa que allí había. En estrecha relación con las casas que le rodean, debemos destacar de el, la balaustrada que remata su fachada y su torreón con chapitel piramidal de pizarra, del arquitecto Prudencio Barrenechea. Históricamente, este edificio ha estado destinado a dependencias municipales, pero en la actualidad es utilizado por un importante hotel.
Esta plaza forma parte del Conjunto Monumental de la ciudad de León, declarado Histórico-Artístico por Decreto de 5 de septiembre de 1962.
La Plaza Mayor de León en la actualidad
En la actualidad, la Plaza Mayor de León es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Los miércoles y los sábados sigue celebrándose en ella el tradicional mercado semanal, en el que se vende fruta, verdura, etc.
Además en esta plaza se celebran múltiples acontecimientos festivos de León, como las fiestas de San Juan y San Pedro, las de San Froilán, etc. Hay que destacar también, que sobre todo en verano, la Plaza Mayor de León es un punto de ocio muy importante, y se llena con las terrazas de los bares, para goce y disfrute tanto de los turistas, como de los locales.
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